lunes, 10 de noviembre de 2008

MORIR PARA RENACER

El proceso interno que algunos de nosotros está viviendo es como una ola que sacude fuertemente y nos traga llevándonos tan profundo que no nos queda otra opción que enfrentarnos con nuestras propias debilidades, sombras, miedos…lo más negado y silencioso, que siempre estuvo pero ahora lo miramos de frente. Esto es un proceso de muerte, o mejor dicho nos conecta con lo que se llama la urgencia de muerte, más allá de que sea nuestro ego o resistencias que tratan de mantenernos en lo viejo, la sensación que provoca es muy dolorosa. Me viene a la mente lo que decía Solara en su informe del oleaje para el año 2007…que al entrar las nuevas energías del Amor único cada uno se enfrentaba a lo que debía soltar inevitablemente, como cuando algo llega a su fecha de vencimiento y si no lo deja ir elegantemente…la fuerza imperiosa del crecimiento lo arranca de cuajo de forma dramática. Las principales cuestiones a resolver están en orden de las relaciones , lugares ,tareas, creencias y más que ya no resuenan con nuestro verdadero propósito ni con la frecuencia del Alma. Porque lo que esta naciendo simultáneamente con este proceso es lo verdadero, lo esencial, eso es lo que significa salir de la dualidad, volver a reconectar con nuestra real identidad.
Hoy a casi dos años de este informe, como terapeuta y en mi vida personal observo la verdad de esto y cómo cada vez se acelera más el proceso de muerte de lo viejo . Es lo que también se refleja en la actual situación del planeta. Tanta energía de muerte, de dolor, de confusión genera un aire enrarecido donde muchos llegamos al basta casi sin fuerzas, casi sin aliento y aflora la angustia profunda del alma , lo que llaman La noche oscura del Alma..muchos estamos atravesando esa noche, llenos de miedo, de dudas , de preguntas..porque es tan oscura y neblinosa que impide poder vislumbrar que hay del otro lado, solo se ve la negrura y la desorientación. Sin embargo , paralelamente algo interno, empuja y anima a seguir…mas allá de las muertes que vamos padeciendo, algo muy profundo, que desde el Alma guía sostiene como un delicado pero fuerte hilo, como un destello que al final del canal del parto indica que hay un sitio aunque no se pueda registrar .Quizás eso sea lo que sentimos al nacer, que estamos muriendo y no sabemos adonde vamos y en el medio del mas profundo dolor y agonía alguien , al final del túnel oscuro y húmedo por el que nos deslizamos, nos recibe y nos ingresa en un mundo que se abre lleno de luz que comienza en nosotros con el primer aliento.
Sólo que este parto es fuera del útero, es dentro de nosotros. Quizás la clave sea esa rendición o entrega cuando ya uno no sabe más que hacer, y desde esa aparente indefensión que nos libera de las resistencias del ego nos abrimos a la posibilidad de renacer , más livianos, mas reales a lo que es verdaderamente para nosotros.
No hay mucha receta para esto, cada uno lo esta haciendo como puede pero podemos mirarnos en lo ojos de los otros para ver que nos acompañamos silenciosamente en estos partos con dolor que están llevándonos a una nueva identidad, la verdadera.
Activemos el Amor , la comprensión , la compasión y retomemos la fe, pero no esa de libros baratos y religiones vencidas, sino la Fe que traemos en el Alma para ser usada justo en este momento, la fe que nos hace sentir que en este viaje estamos asistidos, bendecidos y amados , que no estamos solos, ni nunca lo estuvimos, ese también fue un viejo error de ilusión que ya no tiene validez.

Lic. Roxana C.D'Angiola 22 de Octubre 2008

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